La filosofía barefoot
«Nunca la sabiduría dice una cosa y la naturaleza otra» Juvenal
Esto no va sólo de pies sanos y fuertes. Es un camino de vuelta a nuestras raíces, a nuestra esencia. El ser humano es una criatura extraordinariamente adaptable, pero aunque podemos vivir de muchas formas diferentes, somos genuinamente felices cuando regresamos a la naturaleza de la que surgimos.
La mayor parte de nosotros vivimos en entornos para los que no hemos evolucionado. Estrés, gritos, objetivos laborales, organizaciones jerárquicas, asfalto, humo y un larguísimo etc.
«En la naturaleza nada hay superfluo» Averroes
No hay mejor forma que retomar el contacto con la naturaleza, que con aquella parte de nuestro cuerpo que siempre está en contacto con nuestro entorno, ¡nuestros pies! Por eso hemos iniciado este camino para concienciar a nuestros amigos y vecinos sobre las bondades del calzado barefoot. Unos zapatos respetuosos con nuestra anatomía y por lo tanto, con nuestra naturaleza. ¿Pero cuales son las características del calzado barefoot?
1) Puntera respetuosa con la forma del pie. La forma de nuestros pies es perfecta, es el resultado de millones de años de selección natural. ¿Que sentido tiene aplastar nuestros dedos con zapatos que terminan en punta? Esto acaba deformando nuestros pies y provocando todo tipo de patologías tales como la aparición de juanetes.
«Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor» Einstein
2) 0 drop o no variar los apoyos naturales. La mayor parte de los zapatos convencionales tienen el talón acolchado para mejorar la amortiguación de la pisada y que andar sea más confortable. Sin embargo, esto genera una variación en la posición del conjunto del cuerpo que puede incluso provocar problemas de columna.
3) Suela fina para sentir el terreno. Los zapatos convencionales tienen suelas tan acolchadas que se pierde el contacto con el terreno. Esto provoca que perdamos la flexibilidad natural que tenemos en los pies y que no disfrutemos de esa preciosa información que nos brinda el contacto con el suelo.
«La naturaleza no hace nada incompleto ni nada en vano» Aristóteles
4) Cuerpo del zapato flexible, como una 2ª piel. ¿Por qué un zapato debe ser rígido?, ¿por qué limitar más de lo necesario la libertad de movimiento de nuestros pies? Un zapato ideal debe ajustarse a nosotros como si fuera un guante. Por eso el calzado barefoot es totalmente flexible.
No podemos ir por la ciudad descalzos, nuestros pies no están preparados para caminar sobre asfalto o adoquines, pero podemos intentar que nuestro calzado sea lo más respetuoso posible con nuestros pies. No queremos zapatos que deformen nuestros dedos, que nos hagan ir «de puntillas», que dejen la planta de nuestros pies amorfas o que aprisionen y dañen nuestros pies.
«Si sirves a la naturaleza, ella te servirá a tí» Confucio
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